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Protectores Solares

¿Como Elegir un Protector Solar?

Protectores Solares

¿Qué es un Protector Solar?

Los protectores solares son productos que se aplican en la piel con el objetivo de impedir la penetración directa de los rayos UV, reduciendo sus efectos dañinos.

Existe una variedad de ellos que se distinguen por los tipos de filtro que contienen (Químicos, Físicos o Biológicos) y también se distinguen por el Factor de Protección Solar (FPS) que tienen.

¿Por qué hay que usar un Protector Solar?

Es un producto preventivo necesario en tu rutina de cuidado de la piel para ayudar a contrarrestar los efectos de los Rayos Ultravioleta sin importar que estemos directamente bajo el sol

¿Cómo funciona un Protector Solar?

Funciona aplicándose en la superficie de nuestra piel para que comience a surtir efecto.

¿Cómo elegir el índice de protección solar?

Para disfrutar del bronceado con seguridad, te explicamos cómo elegir el índice de protección solar.

1. ¿Qué es un índice de protección solar?

20, 30, 50… en todos los productos de protección solar aparece una cifra.

Se trata del índice de protección. El SPF (Sunburn Protection Factor) determina el nivel de protección de un producto frente a los rayos UVB. En las cajas o los envases aparecen otros términos, como IP (Índice de Protección) o FPS (Factor de Protección Solar). Sea cual sea el término utilizado, el método de evaluación del nivel de protección y el valor son idénticos. El índice de protección que aparece en los productos solares indica el tiempo de protección en el sol antes de que se produzca una quemadura.

Una crema solar SPF30, por ejemplo, multiplica por 30 el tiempo de protección de la piel, comparándolo con una exposición sin aplicar crema.

Y cuanto más alto sea el índice, mayor será la protección frente a los daños provocados por los rayos UV: los productos con un SPF30 son considerados oficialmente de alta protección, mientras que los de SPF50+ garantizan una protección muy alta.

2. ¿Qué índice elegir?

No todas las pieles tienen la misma sensibilidad al sol y, por lo tanto, tampoco necesitan el mismo índice de protección. Las pieles se clasifican según la sensibilidad al sol, determinada por su fototipo. Cuanto más claro sea el fototipo, mayor será la sensibilidad de la piel al sol. Por lo tanto, si tienes la piel blanca o muy clara, te conviene usar los productos SPF50+ con una protección muy alta y limitar la exposición solar. Si tienes una piel clara pero se broncea o si es mate, puedes utilizar un índice 30 con una protección alta.

3. Protector de Espectro Amplio

Otro aspecto que debemos de tomar en cuenta al momento de adquirir nuestro bloqueador es que sea broad-spectrum, es decir, de alto espectro. Esta característica nos asegura que el producto en cuestión nos protegerá tanto de los rayos UVA como UVB.

Los rayos UVA son aquellos que causan el envejecimiento prematuro de la piel. Causan arrugas y manchas. Los rayos UVB, penetran a mayor profundidad la piel y, además de causar quemaduras, pueden afectar las células y ocasionar el desarrollo de cáncer.

4. Mineral o Quimico

Los protectores se suelen dividir en químicos y minerales.

Los primeros están hechos con componentes químicos que absorben los rayos UV y, después, los reflejan.

Los bloqueadores minerales contienen ingredientes como zinc o dióxido de titanio.

Mineral es la pantalla que más protege, es ideal para pieles sensibles, aunque toma en cuenta que su consistencia puede ser más pesada

5. Consistencia

Esta característica depende de los gustos de cada usuario.

Existen bloqueadores en crema, loción, spray, gel, barra y hasta con un toque de color.

Si tu piel es grasa o mixta, puedes escoger un protector en loción o gel. Si tu piel es normal a seca, los bloqueadores cremosos son ideales.

Si buscas un retoque rápido y práctico, los protectores en spray son una gran opción; y, para cubrir áreas delicadas como ojos u orejas, puedes ayudarte de las barras

¡Que no se te olvide!

1. El bloqueador solar se tiene que aplicar de 15 a 20 minutos antes de la exposición.

2. Se tiene que reaplicar cada dos horas. En caso de sudor excesivo o contacto con el agua, la reaplicación tendrá que ser más constante.

3. El protector no solo se debe de usar los días de exposición directa, sino también, durante los días nublados y si tenemos contacto con computadoras o dispositivos móviles que emanen luz azul.

4. Para proteger completamente nuestro rostro, no se te olvide aplicar en ojos, orejas y cuello.