La cavitación es un ultrasonido a baja frecuencia que reduce la adiposidad localizada.
Las ondas ultrasónicas arrancan las conexiones de las células de grasa y se liberan a través del sistema urinario, por lo que siempre se recomienda beber agua en abundancia el día del tratamiento y después.
Es un tratamiento no invasivo y permite continuar con tu vida social con normalidad antes y después de las sesiones. Por lo general, se requieren de 4 a 8 sesiones para que puedas ver resultados notables.
Se utiliza con más frecuencia en zonas como la cara interna de rodillas, glúteos, abdomen o brazos.